martes, 6 de septiembre de 2011

Aitor Lagunas: "Panenka busca ofrecer un espacio en el que el fútbol vaya más allá del deporte y sea un espejo de la vida"

Hay multitud de historias apasionantes que rodean el mundo del deporte y que, sin embargo, no suelen encontrar acomodo en el periodismo actual. Para dar cabida a esa otra forma de contar la información deportiva y hacerlo sin los corsés impuestos por intereses empresariales o por imperativos de agenda, vio la luz el pasado mes de junio Panenka, publicación especializada sobre 'fútbol y mucho más' que apuesta por los formatos largos y un tratamiento libre y en profundidad de los temas.

Panenka ejemplifica una visión periodística cuasiliteraria del fútbol que trasciende la mera información deportiva y busca acercar la lectura del deporte desde la política social, económica o cultural del mismo modo que se hace en otros países europeos. Para ello, se ha inspirado en revistas surgidas en los últimos años como la francesa So Foot, la alemana 11Freunde o, más recientemente, la británica The Blizzard, y sigue la estela de obras de periodistas-escritores como Simon Kuper, Eduardo Galeano, Manuel Vázquez Montalbán o Enric González.

De momento, este proyecto concebido por un grupo de jóvenes periodistas nacionales e internacionales empieza a cuajar y, tras la buena acogida del número 0 de la revista con más de 1.500 ejemplares vendidos entre PDF y papel, prepara para octubre el lanzamiento de su primer número, que desde entonces tendrá un carácter mensual.

Para conocer un poco más de cerca qué es Panenka, Periodismodeportivodecalidad ha conversado con uno de los 'padres de la criatura', el periodista Aitor Lagunas, (foto: panenka.org) exredactor de Don Balón, excorresponsal en Berlín de Agence France Presse y comentarista en Gol TV.

- El Manifiesto de Panenka aparece con el lema 'El fútbol que se lee'. ¿Es necesaria hacer una relectura periodística del fútbol?
- No queremos ser ni pretenciosos ni dar lecciones de periodismo. Biológicamente, estamos hablando de una redacción joven, de entre 20 y 30 años, que busca más aprender que estar en disposición de enseñar. Nuestro lema es buscar un acercamiento al fútbol que sea extenso y con reflexión para gente a la que no le importa leer seis u ocho páginas de un mismo tema y en contraposición del periodismo de agenda, que se centra siempre en los mismos equipos y personajes.

- Ofrecen menos de lo mismo de siempre. ¿Realmente el periodismo deportivo actual está tan encapsulado?
- No creo que pase por su mejor momento. Se hacen cosas muy buenas que, sin embargo, acaban sucumbiendo a una cierta realidad y una cierta parte del periodismo deportivo que está transformando en ocasiones a los diarios especializados en la contraparte masculina de las revistas del corazón. También se acaba cediendo ante el peso del 'mainstream', de la gran masa, sobre todo con las redes sociales, donde es más fácil cuestionar el trabajo periodístico. Además, el periodismo está siendo lastrado por el partidismo; se toma partido militante a favor del Barcelona o el Real Madrid, un duopolio que se ve proyectado también en los medios.

- ¿Hay que desenfundarse de una vez la camiseta? El flirteo con las fuentes es siempre una tentación peligrosa.
- Ser amigo de algún jugador o directivo te garantiza informaciones de primera mano, pero también sesgada, y por contra te resta tener capacidad de crítica. El espíritu critico debe imperar cuando hablemos de equipos y jugadores, pero parece que el periodista hincha está de moda...

- Da la sensación de que ha dejado de sorprender. Resulta cada vez más previsible y marcado por la agenda de las competiciones y los clubes. ¿Hacen falta una mayor originalidad y unos temas más elaborados para recuperar el atractivo y volver a cautivar?
- Este es un problema general del periodismo, no solo del deportivo. Es complicado llamar la atención en un mundo donde hay hipertrofia y abundancia; nos encontramos en un mercado saturado de información. El periodismo deportivo tiene mucha capacidad para sorprender, pero ha de replantearse su relación con la actualidad, porque no tiene sentido seguir trabajando igual que hace cincuenta años cuando la realidad ahora es radicalmente diferente. Hace falta buscar historias nuevas, salirse de la agenda y, sobre todo, acercarse a temas con un enfoque particular huyendo de la uniformización.

- El periodismo deportivo se rige a menudo más por criterios empresariales que informativos. ¿Este es el precio que hay que pagar por haber generado tanto negocio y espectáculo alrededor de la competición?
- Lamentablemente, desde hace unos años los responsables de los medios parece que no están tan atentos a contar historias como a las cuentas de resultados. Si hay una noticia sobre la que se tienen los derechos de emisión, esta va a pasar por encima de otras mucho más relevantes. Esto lleva a la desvirtuación de la información. Cuando la jerarquización no se rige por criterios periodísticos, hay una decalaje que el espectador percibe.

- "El fútbol merece otro lenguaje y otra estética" señala Panenka en su Manifiesto. ¿Acaso le privamos a este deporte de parte de su belleza?
- Más que un problema de lenguaje, la cuestión es dar espacio a ciertas historias que lo merecen y no caben en los medios, y contarlas desde un enfoque particular que refleje, por ejemplo, cómo el futbol es capaz de unir a etnias en Yugoslavia o cómo padece decisiones políticas o económicas. Eso es lo más importante. Ser capaz de ofrecer un espacio en el que el fútbol vaya más allá del deporte, que sea un espejo de la vida.

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